Dile a esa voz interior desalentadora y negativa que se calle ya. Tu eres el jefe!
Comúnmente somos expertos diciéndonos que no somos buenos en algo o para algo, alejamos nuestros propios pensamientos positivos y los de los demás, y nos enfocamos en los negativos.
Necesitamos silenciar ese crítico interior que todos llevamos dentro y que es tan destructivo. El siempre llega sin avisar y sin ser invitado. En ocasiones, nos salva una voz que nos dice que simplemente no lo escuchemos y mejor escuchemos lo que nos dice nuestro corazón, pero no siempre es así.
Muchas veces, subestimamos el poder de nuestros pensamientos. Sentimos, decimos, actuamos lo que pensamos, y más aún, terminamos siendo lo que pensamos. Escucha que fuerte esto que te acabo de decir…
Somos lo que pensamos que somos, así es, nuestros pensamientos tienen el poder de afectar positiva o negativamente cada aspecto de nuestras vidas, nuestra autoestima, nuestra auto-imagen, la confianza en sí mismos, nuestras relaciones personales e íntimas, nuestro desempeño en cualquier ámbito (estudios, trabajo, etc.). Los pensamientos negativos – esos que todos hemos experimentado: No puedo hacer esto, debería hacer lo otro, algo está mal conmigo, no sirvo para esto, no seré capaz, alguien más lo habría hecho mejor que yo, etc, etc. – todo eso que nos decimos alimenta nuestras inseguridades y ansiedades, promueven la auto-crítica, la falta de confianza, la auto negación, la falta de autonomía o dependencia, las adicciones, en fin, pueden llegar a mal-adaptarnos al mundo y auto-destruirnos.
Esa voz interior o esos pensamientos más profundos normalmente vienen de la niñez, de las experiencias más tempranas de la vida, que vamos internalizando y asumimos como formas únicas de vernos a nosotros mismos. Pueden ser aprendidas de nuestros padres o cuidadores, tanto de lo que ellos pensaban y decían de sí mismos como también de lo que pensaban y decían de nosotros. También pueden venir de nuestras interacciones con familiares, amigos, maestros y cualquier otra persona que haya influenciado nuestra vida.
Muchas veces pensamos que si dejamos de escuchar esa voz, esos pensamientos, nos alejamos de nuestra consciencia, pero son cosas diferentes, el crítico interior no es definitivamente, una guía moral confiable para nosotros, así como sí lo es nuestra consciencia.
¿Qué podemos hacer entonces?
La única forma de combatir esa voz interior destructiva es silenciándola, de lo contrario, puede llegar a ser suficientemente abrumadora como para hacernos incapaces de alcanzar nuestras metas de vida.
Para lograr tomar el control, lo primero que necesitamos hacer es:
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Tomar consciencia de que todos tenemos una voz interior que nos afecta profundamente. Y para identificarla, es necesario poner atención cuando de repente te sientes de mal humor, o cuando estás enojado o enojada, o cuando tienes cambios repentinos de emociones, normalmente estos estados de ánimo vienen de esa voz interior.
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Una vez que identificas ese proceso de pensamiento, podrás empezar a controlar las acciones que se derivan de él, por un lado, decidiendo conscientemente no escucharlo, y por el otro, buscando posibilidades de acción distintas, más sanas, efectivas y que te hagan sentir bien contigo mismo o contigo misma.
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Algo que siempre te ayudará, será recordarte a ti mismo o a ti misma, quien eres y el valor que tienes como persona.
Te invito a preguntarte a ti mismo o a ti misma, si estas aquí para ti o contra ti?
