Mientras nos hacemos mayores, vemos la vida más frágil. Esa es una buena motivación para levantarse de la cama cada dia alegremente.
Si piensas por un momento en lo que querías lograr cuando tenías 18, 30, 40, 50 o más años, ¿fueron metas distintas, cierto? Algunas más orientadas a lo social (amistades, relaciones), otras más intelectuales (carrera, trabajo) y otras más emocionales y transcendentes (familia, bienestar, felicidad).
Nuestra percepción del tiempo influye sistemáticamente sobre nuestra motivación. Esto se ha comprobado a través de muchos estudios en los que piden a la gente hacer una serie de elecciones bajo condiciones donde ellos imaginen que el tiempo es limitado o extendido.
Existe una teoría llamada la Teoría de la Selectividad socioemocional que propone que cuando la gente es consciente de la finitud de su vidas, su atención cambia de tener objetivos centrados en el futuro a tener objetivos con un significado emocional (más relacionado con nuestros sentimientos, balance emocional, bienestar psicológico, calidad de vida, o la sensación de que otras personas nos necesitan). Esta teoría fue formulada para predecir y explicar las diferencias en la motivación dependiendo de la edad.
Se probó que esta teoría también aplica a aquellos casos donde el tiempo de algún contexto o situación de vida está por acabarse (por ejemplo, etapas de la vida, como la juventud o la adultez, la convivencia familiar, la vida universitaria, la soltería, la vida antes de tener hijos, la cercanía con alguien importante, un incluso un accidente, etc.)
Así como también se probó que funciona de la misma manera a situaciones de nivel más macro, como el fin de un gobierno, de una era, de una causa social, una guerra, un desastre natural, una catástrofe, etc.
En fin, lo que esta teoría presume es que los objetivos que nos ponemos en la vida son siempre establecidos en contextos temporales en función del tiempo que percibimos que nos queda.
Mi invitación es, a no esperar a tener cierta edad o un suceso dramático en tu vida para entender que la vida tiene un fin y que no podemos predecir cuándo será, así que, porque no mejor desde ahora hacer todo aquello que te permita darle un significado emocional y profundo a tu vida…